En la dieta moderna nos encontramos con carencias nutricionales debido a múltiples factores, entre ellos por el abuso de químicos contaminantes, la maduración artificial o el refinamiento de los cereales.
Además, los estímulos negativos como las lesiones, una dieta monótona, la falta de ejercicio, la polución y el estrés, impiden la regulación de las células, que puede corregirse con las sales las cuales ponen en marcha el proceso de curación.
En ocasiones basta con suplementar con un oligoelemento, una sal de Schüssler o un micronutriente, por ejemplo, para restablecer el equilibrio del organismo.
Los oligoelementos son sustancias catalizadoras que se encuentran en cantidades muy pequeñas en nuestro organismo. Tienen la capacidad de alterar la velocidad de una reacción química producida por la sola presencia de una sustancia que no entra en la reacción. Se denomina positiva o negativa según aumente o disminuya la velocidad de la reacción. El Manganeso, por ejemplo, se suele recomendar en fatiga crónica.
Las sales de Schüssler son doce sales minerales descubiertas por el Doctor Wilhelm Heinrich Schüssler que ayudan al organismo a compensar alteraciones en la distribución y absorción de los minerales.
Se pueden tomar diluidas con agua y a sorbos pequeños o bien dejar la pastilla en la boca hasta que se disuelva.
Pero al estar pulverizadas con lactosa, no las deben tomar personas alérgicas o con intolerancia severa a este ingrediente.