La dietoterapia estudia la alimentación y nutrición para prevenir o tratar determinadas enfermedades.
Una dieta con carencias o excesos está asociada a síntomas variados como cansancio, estreñimiento, intolerancias o insuficiencias alimentarias, sobrepeso, colesterol, cólicos abdominales, entre otros.
Seguir una dieta sana y equilibrada debe convertirse en uno de nuestros pilares, no ser una preocupación temporal para la consecución de un objetivo a corto plazo. Como decía Hipócrates “Que tu alimento sea tu medicina y que tu medicina sea tu alimento”.
Por desgracia, el ritmo frenético actual dificulta muchas veces la elección de los alimentos más sanos en el supermercado, la industria alimentaria, sabedora de ello utiliza palabras clave que nos pueden llevar a confusión como incluir en sus empaquetados las palabras “artesano, natural…».
Además, en dietoterapia se trata de corregir carencias nutricionales, tanto de macronutrientes (proteína, hidratos de carbono y grasas) como de micronutrientes (vitaminas, minerales y oligoelementos)
Por todo ello, en consulta siempre tengo en cuenta la dieta del paciente y la sintomatología asociada a carencias nutricionales.