La aromaterapia es una valiosa herramienta para restablecer el equilibrio incluida en la fitoterapia y es la ciencia que estudia la aplicación terapéutica de los aceites esenciales.
El olfato es el primer sentido que se desarrolla en el vientre materno y es el único que está conectado directamente con el sistema límbico, con las emociones, por eso asociamos olores a situaciones agradables o desagradables, de atracción, rechazo, miedo, relajación…
No podemos dejar de oler, forma parte de nuestra respiración, lo hacemos de forma inconsciente, por eso podemos jugar con el aroma y hacerlo consciente.
Así, podemos usarlos en el hogar o en el trabajo con sprays o difusores, mejorando el ambiente, estimulando el ánimo o la concentración, por ejemplo, además de actuar como un excelente antiséptico frente a gérmenes.También pueden hacerse inhaladores nasales o roll on para ir oliéndolos cada vez que se necesite.
La naturaleza nos ofrece una infinidad de aromas con diferentes propiedades, entre ellos podemos destacar:
– Los aceites esenciales que mejoran nuestro estado de ánimo como los cítricos (naranja, limón, bergamota…)
– Los que ayudan a combatir el estrés, la fatiga mental y emocional (romero, incienso, vainilla, geranio…)
– Los inmunoestimulantes como el árbol del té, ravintsara o eucalipto radiata, pueden incluso prepararse en forma de aceite de masaje para aplicar por todo el cuerpo.
Para usarlo en masaje debes saber que la cantidad de aceite esencial está en torno al 10%, completando el 90% restante con un aceite vegetal como el de almendra, por ejemplo.
Hay que tener en cuenta que, en general, los aceites esenciales no los podemos aplicar directamente en la piel, necesitamos diluirlos en un aceite vegetal como el de oliva, yoyoba, rosa mosqueta, argán, baobab…para que no nos irrite la piel.
También hay que tener precauciones durante el embarazo, la lactancia, en niños menores de 6 años y en personas alérgicas, ya que algunos aceites esenciales no se recomiendan en esas circunstancias.
Y no está de más recordar que los cítricos son fototóxicos (reacción irritativa en la piel al contacto con la luz).
En otra ocasión recordaremos el uso de aceites esenciales en productos de limpieza como alternativa a los convencionales que suelen contener disruptores hormonales; hoy en día demasiado presentes por la necesidad de desinfectar los ambientes.